El dolor de espalda es una realidad para muchas personas y, con frecuencia, escuchamos expresiones como: "¡Este dolor en la zona lumbar no desaparece nunca!" o "Ya me he acostumbrado a vivir con el cuello así". Las diversas afecciones dolorosas asociadas a la columna vertebral no solo son algunas de las enfermedades musculoesqueléticas más comunes en todo el mundo, sino que también pueden causar limitaciones en la capacidad funcional, restringiendo la realización de las actividades diarias. Además del dolor, estas afecciones pueden ir acompañadas de rigidez, sensación de inestabilidad, debilidad muscular, restricciones en la movilidad y, en ocasiones, irradiación hacia las extremidades y/o la cabeza. Más allá del impacto en la salud física, estos síntomas a menudo conducen a cambios negativos tanto en el ámbito psicológico como social. Cuando los síntomas persisten durante más de tres meses, la afección se clasifica como crónica/persistente. Sin embargo, ¡hay buenas noticias! Es posible mejorar la calidad de vida y reducir el impacto del dolor mediante estrategias bien dirigidas e individualizadas. Según la evidencia científica, el Ejercicio Físico Personalizado, junto con la Educación, es la intervención más eficaz para el dolor crónico de espalda, ayudando también a reducir el riesgo de nuevos episodios. Se sabe que uno de los principales factores que contribuyen a la persistencia/empeoramiento de los síntomas es el sedentarismo, por lo que la fisioterapia juega un papel fundamental. Los diferentes tipos de ejercicio pueden incluir: • Movilidad, enfocada en aumentar los rangos de movimiento articular y optimizar la calidad del movimiento; • Estabilidad, centrada en la estabilización de la columna y el fortalecimiento del core (músculos que sostienen el tronco); • Fuerza, con énfasis en el fortalecimiento muscular y la capacidad de soportar carga. Otras técnicas terapéuticas complementarias, como la Terapia Manual y la Termoterapia (aplicación de calor), pueden contribuir al alivio de los síntomas en la fase inicial de la recuperación cuando se combinan con el ejercicio. ForPhysio ofrece otros servicios especializados, como el Pilates Clínico y la Hidroterapia, que pueden ser soluciones eficaces, ya que promueven el fortalecimiento, la flexibilidad, la coordinación motora y el control respiratorio y postural. Con esto en mente, aquí tienes una sugerencia de plan para mejorar el dolor en la zona lumbar: Modulación de los Síntomas (en la camilla): • Terapia Manual (por ejemplo, masaje de relajación) • Movilizaciones Pasivas Plan de Ejercicio (4-6 ejercicios): • Cat-Cow (3-4 series x 10-15 repeticiones) • Child Pose (3-4 series x 15-25 segundos) • Glute Bridge (2-3 series x 10-12 repeticiones) • Bird Dog (2-3 series x 8-10 repeticiones por lado) • Dead Bug (2-3 series x 8-10 repeticiones) • Prone Superman (2-3 series x 8-10 repeticiones) Nota: Descansa entre 30 y 60 segundos entre series. Como se mencionó, este es un plan generalista, por lo que debe progresar según la intensidad del dolor y la tolerancia al esfuerzo. Para obtener resultados más seguros, recomendamos una evaluación individualizada con el equipo de fisioterapeutas de ForPhysio, para construir un plan específico adaptado a tus necesidades.